La contaminación acústica se ha definido como el “exceso de ruido producido por la vida cotidiana principalmente en la ciudad”; el sonido de la música a altos decibeles, máquinas, cornetas y hasta el golpe de algo al caer o chocar.
Aunque no se tome en cuenta de igual forma que la atmosférica, es de vital importancia no dejarla de lado pues sus efectos pueden causar daños físicos y permanentes.
Estudios revelan que puede causar pérdidas de audición o acelerar el envejecimiento auditivo hasta en diez años. Entre otros problemas en humanos destacan el estrés, la fatiga y problemas de sueño.
Pero no solo afecta la salud auditiva de las personas, también de los animales y peor aún su comportamiento natural y hábitat. Sobretodo en animales marinos, que se han visto afectados por las industrias y la civilización.
La intromisión de ruidos humanos en su entorno afecta su estabilidad, y les produce dificultades para comunicarse. Ballenas, delfines, aves y otras especies se ven afectadas a diario por los ruidos de barcos, dificultades para comunicarse, etc.
Ante este flagelo, investigadores de la Free University de Bruselas, Bélgica, crearon una aplicación llamada “NoiseTube”, que permite conocer algunos datos respecto a la zona o lugar de trabajo, además de monitorear dónde y en qué momento los decibelios alcanzan sus niveles más altos.
Es importante que la población se informe y tener una actitud más consciente de cómo afecta el ruido a su alrededor, y al ambiente.
Con información de Eme de Mujer
